Los/as jóvenes somos uno de los colectivos de la sociedad que más sufre el Capitalismo y su crisis. Sufrimos la temporalidad laboral (contratos de duración determinada, ETT´s, contratos por obra y servicio y los nuevos falsos contratos indefinidos de precio barato de despido), bajos salarios y la mayor tasa de paro (más del 40%), sobre lo que reincide la reciente Reforma Laboral. Los que tendremos que trabajar hasta los 67 años y más con la actual propuesta de Reforma de las Pensiones y las que vengan, sin no luchamos contra ello. Sufrimos la precariedad del Capitalismo en nuestras vidas y en nuestro presente o en nuestro futuro laboral. Un capitalismo que se muestra agonizante y que hace pagar sus problemas, su crisis, a los trabajadores, jóvenes y mayores.
Somos el futuro de la sociedad; los estudiantes somos los futuros trabajadores de ésta sociedad que nos trata como mercancías a las que hay que rebajar el precio. Mercancía que pretenden que sea sin cultura y con la menor cualificación posible para que pueda ser barata y sin calidad. Solo valen los beneficios privados de quienes realmente dirigen esta sociedad, como podemos constatar con el Plan Bolonia y la Estrategia Universitaria 2015.
A las y los trabajadores nos han demostrado que el único pacto social que existe es para recortar los derechos de los trabajadores y ampliar sus condiciones de explotación y, por tanto, sus beneficios privados, imponiendo la Reforma Laboral y, ahora, la Reforma de la Pensiones. ¿Dónde está la “democracia” de todos de la que tanto nos hablan? Por todo ello, reclamamos una nueva Huelga General en la que se pare todo el país, como la forma más potente y eficaz de parar la ofensiva de los empresarios contra nuestros derechos y condiciones de vida.
La juventud siempre nos hemos destacado por nuestra inquietud, nuestra combatividad, nuestra lucha feroz, nuestra búsqueda de cambiar la sociedad explotadora establecida, nuestra visión de futuro,… Debemos luchar unidos por el interés común y colectivo. Porque también pertenecemos a la clase obrera, estemos estudiando o trabajando; el empresario nos explota hoy o mañana, como si fuéramos una máquina desechable. Uno solo no puede luchar por defender sus intereses contra los empresarios y su sociedad que pretenden restárselos. Siempre ha sido el conjunto de los humanos los que se han unido para hacer frente a las hostilidades comunes del mundo y, mientras se han mantenido unidos, han conseguido transformar el mundo para sobrevivir en mejores condiciones de vida. Con lo que, más que nunca, tiene razón la consigna: La unidad hace la fuerza.
Todos los/as jóvenes, estudiantes y trabajadores, debemos luchar por nuestro futuro. Por un futuro donde no sean de condiciones laborales y de vida precarias propias del siglo XIX. Por una sociedad más justa, igualitaria y democrática, para los trabajadores, fuera de las bases del capitalismo.
No te quedes en casa. No dejes que te exprimir por el empresario y su Estado por ser joven y trabajador. Tu futuro está en juego. Sal a defender tus derechos laborales y sociales.